Un verano refrescante en las mejores piscinas naturales de Burgos
La impresionante piscina natural de Pedrosa de Tobalina. Foto: Luis Miguel Castro
Aunque a veces nos olvidamos, en Burgos también hace calor. Y mucho. Durante la época estival, las piscinas municipales se llenan hasta la bandera de burgaleses ávidos de un baño refrescante en la ciudad. Pero en la capital y en la provincia burgalesa tenemos más opciones y con mucho más encanto. Por eso, hoy vamos te vamos a hacer una propuesta irresistible, una ruta por las mejores piscinas naturales de Burgos.
El alegre sonido del agua, un tapiz natural refrescando nuestros pies y los colores increíbles que sólo la madre naturaleza nos puede regalar. Apetece ¿verdad? Pues móntate en el coche y vamos para allá sin más dilaciones que tenemos muchos kilómetros por delante en busca de estos rincones por toda la provincia. Esta es la propuesta que os hemos preparado desde el Hotel Ciudad de Burgos.
LAS MEJORES PISCINAS NATURALES DE BURGOS
» Fuente Prior en Fuentes Blancas
Teníamos que empezar en Burgos capital y en una de sus zonas verdes más emblemáticas, el parque de Fuentes Blancas. Además de altísimos árboles y un gran espacio natural para escapar de la ciudad, en los años 80 se creó una playa artificial de arena en el paraje conocido como Fuente Prior. ¡En Burgos también tenemos playa! Sin duda, un lugar perfecto para refrescarte en los días más calurosos del verano. Para llegar hasta aquí lo podemos hacer en coche, en bicicleta (está unido a la ciudad por un tramo de carril-bici) y a pie en un bonito paseo.
» Piscina natural de Espinosa de los Monteros
Seguimos buscando las mejores piscinas naturales de Burgos y nos dirigimos al extremo norte de la provincia, casi en el límite con Cantabria. El río Trueba se vuelve caprichoso a su paso por el pueblo de Espinosa de los Monteros creando una magnífica zona de baño. El lugar, ademas de muy grande, bonito a rabiar y con salto de agua incluido, dispone de amplias zonas verdes y de sombra para disfrutar de una estupenda jornada campera. Merece le pena recorrer los más de 90 kilómetros que separan Espinosa de la capital burgalesa.
» Cascada de Pedrosa de Tobalina
Un auténtico derroche de fuerza y belleza del río Jerea en invierno y una apetecible piscina de aguas mansas durante el verano. Así es el cascada de Pedrosa de Tobalina, también conocida como cascada del Peñón. Las dimensiones de este salto de agua impresionan, con más de 100 metros de ancho y casi 20 metros de altura. Está situada en la misma localidad de Pedrosa de Tobalina, no tiene pérdida. En definitiva, este lugar es todo un regalo para la vista y los sentidos.
» Fuente Azul
Ahora nos trasladamos al sur de Burgos, concretamente a la Comarca del Arlanza para disfrutar de este pequeño rinconcito natural. Pero Fuente Azul es mucho más de lo que parece. A simple vista parece sólo una poza de aguas frías y profundas en la que pegarnos un baño refrescante. Pero lo que no ven nuestros ojos es que el agua emerge de una gruta, nada menos que de una de más de 130 metros de profundidad. Suele estar frecuentada por espeleobuceadores ávidos de encontrar el final de la cueva y se encuentra muy cerca del Monasterio de San Pedro de Arlanza.
» Pozo Azul
Esta vez sí. El nombre expresa exactamente lo que nos vamos a encontrar. El Pozo Azul es una preciosa poza de aguas cristalinas color azul turquesa que brotan de la misma piedra caliza. Está situada en la localidad de Covanera, a pocos metros del centro de la localidad. Para llegar hasta aquí hay que recorrer un corto sendero bien señalizado. Es una auténtica maravilla natural. Pero tiene algo en común con la anterior, también es un auténtico paraíso para el espelebuceo. Y es que el manantial brota de una cueva de la que aún no se conoce la totalidad de su extensión.
» Las Calderas de Neila
Para llegar al paraíso hay que sufrir. Pero es un sufrimiento placentero el que nos lleva por una ruta de senderismo espectacular. En las inmediaciones de las lagunas de Neila, existe una zona llamada Las Calderas. Un conjunto de cascadas y pozas de aguas verdosas que conforman un paraíso natural en cualquier estación del año. Para llegar hasta aquí debes ponerte las botas de montaña porque son muchas horas de caminata y no es una ruta sencilla. Por supuesto, en verano es imprescindible llevar contigo el bañador porque las pozas son irresistibles.
» Pozas de Orbajena del Castillo
Orbaneja del Castillo es uno de los pueblos más bonitos de Burgos y de toda la geografía española. Eso es indiscutible. Además de pegarte el gustazo paseando por sus callejuelas medievales y disfrutando de su gastronomía, también podemos saciar nuestras ganas de una chapuzón en alguna de sus piscinas naturales. O al menos se podía, porque hace ya algún tiempo que se ha prohibido el baño. Pero estas pozas son tan bonitas que no podían faltar en la lista. Y no nos hemos confundido, hablamos en plural. Justo después de la maravillosa cascada que cae al pie de la carretera, el curso del río se transforma en bellísimas pozas. En este lugar los fotógrafos se vuelven locos con tanta belleza.
Piscinas naturales en Burgos hay muchas más, por supuesto. La lista sería interminable. Pero esta es nuestra selección personal para que no te falte de nada en tu escapada burgalesa veraniega. ¿Te has quedado con ganas de más? El personal que formamos esta pequeña familia del Hotel estaremos encantados de informarte de los mejores rincones de nuestra provincia. Y para terminar os dejamos algunas sugerencias.
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